DMG el emergente poder en FECODE que se estructura sobre el «nuevo» negocio de la salud de los maestros

La «joya de la Corona» como denominaba Domingo Ayala, presidente de FECODE, a la ley 91/89 ha sido ya entregada en bandeja de plata al gobierno nacional, para que tomando al magisterio como ‘conejillo de indias’ o ‘ratón de laboratorio’ se experimente con los maestros y maestras un ‘nuevo modelo’ de salud que fortalecerá económicamente ya no a una sino a varias IPS.

Para lograr su cometido el gobierno utilizó la táctica de la ‘zanahoria y el garrote’. De esta forma arrancó con graves señalamientos de corrupción al interior del FOMAG que nunca terminaron en denuncia formal y que involucraban, como es obvio, a los Consejos Directivos de esa entidad durante gobiernos anteriores. Como es lógico, tales señalamientos salpicaban también a los dos representantes del magisterio ante esa entidad durante el Gobierno Duque: El cordobés Domingo José Ayala Espitia (para entonces Fiscal de FECODE) y la militante del Partido Comunista, María Eugenia Londoño.

De los dos, sin embargo, Londoño era quien menos razones tenía para preocuparse de los graves señalamientos pues desde bien temprano se alineó del lado de un gobierno que burocráticamente ha sido tan generosa con el Partido Comunista que no solo colocó a una expresidente de FECODE en el Ministerio del Trabajo sino que, en ausencias del jefe de estado, éste ha delegado, precisamente en Gloria Inés Ramírez funciones presidenciales de acuerdo al artículo 196 constitucional.

Cabe resaltar además, que María Eugenia Londoño fue pieza fundamental en el XXI Congreso Federal de FECODE desarrollado en Cali durante los días 28 y 29 de noviembre y 1 y 2 de diciembre de 2022, donde se definieron elecciones de la Federación para Mayo de 2023, con el propósito estratégico de remover a quien en ese entonces presidía la Federación, Carlos Rivas Segura, quien a más de tener su periodo cumplido representaba una ‘piedra en el zapato’ para Londoño y una figura a quien el gobierno miraba con recelo por haber sido candidato al senado por el partido Fuerza Ciudadana de Carlos Caicedo.

Efectuadas las elecciones decididas en Cali, mientras Domingo Ayala, ex candidato al senado por el Pacto Histórico, escalaba a la presidencia de FECODE a través de un acuerdo en el que por celos políticos dejaron por fuera tanto de la nueva mayoría como del Consejo Directivo del FOMAG a María Eugenia Londoño, ésta por su votación asumió el cargo de Fiscal de FECODE desde donde lideró a otros 4 ejecutivos (Edgar Romero, Miguel Pardo, Marta Alfonso y Willy Carmona) en contra de lo que antes defendía a capa y espada, esto es, los modelos de contratación de la salud de ley 91/89 y los acuerdos que ayudó a estructurar (09 y 05).

Pendiendo sobre Ayala la presión fundamentada en la amenaza de que contra él la Fiscalía anterior pudiese emitir en cualquier momento una orden de captura, por el escándalo de los donaciones de FECODE a la campaña Petro, pero al mismo tiempo con la tranquilidad de que el presidente no solo no denunciaría lo del FOMAG (para no afectar al PH y a Londoño) y con la expectativa de que su situación jurídica podría variar bajo la llegada de una nueva Fiscal General de la Nación, el camino para que un debilitado Ayala se entregara y se plegara a la fiscal de FECODE y al ‘nuevo modelo de salud’ era solo cuestión de tiempo.

Hoy prácticamente al unísono el Comité Ejecutivo de FECODE, perdiendo la independencia que debería mantenerse hacia el patrono, está entregado al mismo bajo la tentadora promesa que lo que para ellos representa una entrada extra y una posibilidad de negocios en nada va a cambiar. Una «nueva» Fiduprevisora, ungida por el gobierno (tal y como se hizo para lavar las culpas y pecados del ESMAD) seguirá administrando los recursos y, a cambio de un solo contratista a quien pasarle el sombrero mes a mes, ahora la «libertad de escogencia» y la constitución en cada departamento de comités paritarios (gobierno – sindicato) para «vigilar» la prestación del servicio amplía la posibilidad de más aportantes a la «causa» de unos pocos

Ahora, para completar la tarea, solo resta borrar en los sindicatos filiales de FECODE cualquier atisbo de oposición decente a los exabruptos que se cometían contra los maestros y maestras por los viejos prestadores de salud y los que se seguirán cometiendo por los ‘nuevos’. Quienes no estén alineados (como se diría astrológicamente) con el nuevo poder al interior de FECODE (Presidente, Fiscal y Tesorero) y no cohonesten con el nuevo modelo de negocios de la salud serán barridos a través de golpes de estado (o de procesos eleccionarios) por el denominado nuevo DMG (Domingo, María Eugenia y Grimaldo).

Panorama desolador para un magisterio ingenuamente  esperanzado en cambios que no llegarán y que conducirán, en poco más de 2 años (frente al hundimiento de la reforma a la salud y del nuevo modelo del magisterio) a la desaparición de su «régimen especial» y a su inclusión en el régimen ordinario de salud (EPS) y de Pensiones y Cesantías (Fondos Privados) mientras la dirigencia disfrutará para ese entonces de privilegiados retiros.

Paradójico, podría terminar siendo Petro y no Uribe quien sea recordado por llevar a los maestros que por él votaron a los mataderos de la ley 100/93.